06 enero 2011

AÚN ESTÁ PRESENTE


Una confusión de recuerdos invade mi mente mientras me siento en un bar barranquino donde me parece verla aunque no estuviera ahí; como olvidar nuestro segundo encuentro luego de una noche intensa de pasión, luego de haber charlado de Balzac y ella haberme dado una mezcla de palabras, muchas desconocidas por mí, luego de habernos revelado muchas intimidades, luego de habernos escondido por temor a ser encontrados. Era uno de esos momentos melancólicos, donde mi voz empieza a cambiar y mi mirada a vislumbrar , la extrañaba, la recordaba, quería sentir sus labios por un segundo, pero no estaba ahí, solo me quedaba una quimera de recuerdos que guardo en mi mente; mientras me pido una jarrita de licor, para recordarla aun mas, para sentirla en mi vaso, para tener compañía aquella noche solitaria; como por obra del tino escucho la canción que le cante aquella noche, era una de esas salsitas nuevas del momento pero con una letra muy profunda, hasta me atrevo a decir muy dolorosa, levante con el ritmo de la música mi vaso y cante la canción como si estuviera ella allí presente, mientras pedía otra jarrita para amenizar la noche, mientras el licor se apoderaba de mi cuerpo, sentía la necesidad de hablarle y mirarnos hasta el amanecer, como antes. Seguía sentado en aquel bar, con el cuerpo dominado por el licor y los recuerdos, no soporte más y salí de allí. Camine por esas casas y locales antiguos de la avenida Grau para retornar así a mi casa, pero entes de abarcar el auto me detuve en un esquina de la avenida Bolognesi, frente a una casona antigua, de esas que están a punto de derrumbarse, el lugar donde la ame por segunda vez, donde nos besamos hasta extasiarnos, donde nos conocimos aun mas. juntos en aquel bar de Barranco.
Mi cobardía a quererla me obligo a alejarme de ella, a desaparecer de su lado, a terminar esta historia que estábamos construyendo juntos, mi corazón maltrecho hizo que no la llame mas, este nunca quiso recuperarse del daño que alguna vez le hicieron y que ella estaba dispuesta a curar. Mi vergüenza a que ella fuera la que diera los gustos, a que ella fuera la que trabaje mientras que yo pasaba por un mal momento, hizo que no la busque un instante más.
Estaba en el auto, con mi cuerpo balanceándose de un lado a otro, mirando por la ventana y viendo su rostro mirando al mío, la recordaba sin reparo, recordé el momento cuando me pregunto por qué no expreso lo que siento, por qué no digo te quiero, recordaba cada instante, saque mi celular y como por impulso marque su número, mientras esperaba escuchar su voz, prendí un cigarrillo para terminar la noche con olor a tabaco, y siento que contestan, junte mi oído al auricular para escucharla y pedirle perdón por alejarme repentinamente de ella, y luego de unos segundos escucho un murmuro, digo aló niña, y repentinamente escucho un voz masculina, me quede atónito, me quede mudo, no pude mas hablar y solo atine a colgar.
llegue a mi casa con mis ojos iluminados por la luna, y  mi cuerpo extasiado de licor, caminaba solo por impulso pensando en lo sucedido, y cantando aquella salsita de nuestra segunda noche 


(LUIGUI)

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