01 marzo 2010

PADEZCO POR TUS MENTIRAS


Hoy Sebastián, yace en suelo, con su cuerpo maltrecho y con una sonrisa irónica, como riéndose de la tonta vida que llevó, hasta este entonces; o quizás se sentirá mucho mejor estando en otro mundo, que en este basurero redondo que gira las veinticuatro horas del día. Era un día funesto donde todo resulta complicado para cualquier mortal, donde la luz se rinde ante la oscuridad, y la sonrisa de un niño se convierte en el llanto de una madre.
Era el entonces de investigar el cuerpo que se tendía en el suelo, abrumado o tal vez sofocado por el calor que expendían los cuerpos alrededor de él, aun se percibía en el cuerpo el sudor que había brotado de sus poros, por la agitación antes de morir, esto era indicio de que no murió tranquilo, que algún dolor tuvo que padecer en el momento de su muerte. Observándolo con mucha sutileza, no se observaba ningún rastro de sangre alrededor de él, solo un corte muy pequeño en sus dos oídos, que seguramente obstruían el ingreso de sonidos a su interior; también se encontró una nota entre sus manos, que la presionaba con mucho odio tal vez. Esta nota que era la pieza clave para descifrar el por qué de su muerte, porque estaba escrita con su puño y letra, explicando que no está muerto solo está jugando con la vida y probando si ella aun le puede causar más daño que él hasta entonces padecía:
-“Gracias por darme mucho amor, cuando me hacía falta;
Gracias por estar a mi lado, cuando te necesitaba;
Gracias hasta entonces porque sé que me amas;
Gracias y por siempre gracias”
Así comenzaba la nota que dejó Sebastián escrita, dando a entender que la ama mucho y que por todo le daba gracias, pero esta nota se fue tornando iracunda y tétrica:
-“te agradezco por eso y mucho mas, que en estas líneas tal vez no logren alcanzar; pero hay algo que no te voy a perdonar, es la razón de mi odio y la razón de estar acá, seguramente con mi cuerpo dejando de respirar, Por qué me cautivaste; Para qué me querías enamorar; Por qué no me dejaste libre cuando aun, tenía fuerzas para caminar; por qué me prometiste millones de cosas, que luego ibas a ignorar. Eres un mal ejemplo de mujer, eres mi amor, mi odio y placer.
Hoy mi cuerpo no soportó más, hoy estoy seguro en otro mundo, dejando mi cuerpo acá, simplemente para que lo contemples y si quieres me pongas en un altar, para que ores y a otros hombres no cometas este mal, no destruyas su vida, no los mates con tu supuesto amar.
Si encuentras mis oídos obstruidos es porque si te encontraba otra vez, seguro hubieras comenzado con tu acto de ser histriónico, y me hubieras prometido mil cosas más (cosas que al final nunca cumples), simplemente ya no te quería escuchar, ni oír una mentira más de tus labios dulces llenos de maldad.
Te agradezco y te deseo lo peor, así te ame demasiado, no era para que juegues con mi corazón, cual cosa más insignificante que encontraste en tu andar, cual muñeco de trapo que querías manipular. Atte. Sebastián – desde aquí te odiaré-“
Leído el mensaje de Sebastián, donde se encontraba presente la mujer de sus males, que sin remordimiento alguno se acerco al cuerpo tendido en el piso, y lo bofeteó y le dijo “yo nunca cambiaré, así te haya perdido, así no estés; siempre he sido así, jugando con tu ser”

(LUIGUI)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta muy bonito ehhh, t pasast!!! igual cdt TE DESEO LO MJOR PARA TI DE AKI EN ADELANT. BXITOS muahh...

-xaini- dijo...

otra vez sebastian, ese es un personaje que adoras no? me gusto mucho, sigue entreteniendome, jaja besos

Anónimo dijo...

es muy conmovedor lo que cuentas, pero demasiado figurado creo, pero lindo.
eres de los pocas personas que conosco que se divierten mucho hablando pachotadas con un trago en la mano jaj, eres muy extraño pero lindo.
sabias no?
tu amiga

^^ptty^^ dijo...

:::Has al prójimo lo que quisieras que te hagan a tí:::
Dar lo bueno de tí ... !!!

Anónimo dijo...

lindo!!!!