Cuando la noche es triste y taciturna,
Cuando de mis labios no surge palabra alguna,
Mi mente se acobarda y piensa en ti,
Mi cuerpo se paraliza y pide por ti.
Te odio por no acordarte de mí,
Te extraño por no tenerte aquí,
Si tu desprecio sirve de algo,
Ignórame y no me hagas más daño.
No quiero verte, pero mis ojos te reclaman;
No quiero oírte, pero espero tu llamada,
Si alguna vez amaste mis palabras,
Hoy olvídate de aquellas que tanto añorabas.
Si un nuevo espíritu de ti se apoderó,
Déjalo que ingrese y olvídate de mi dolor,
No te resignes a que un nuevo amor pueda surgir,
Quiérelo como no me quisiste nunca a mí.
Envuelve mis besos con los ojos cerrados,
Elimina esas fotos de aquellos enamorados,
Que tontamente alguna vez se ilusionaron,
Y que hoy cometen los más tristes pecados.
No quiero susurros tuyos en mi oído,
No quiero tus manos dándome abrigo,
Buscar en tu interior algo de cariño,
Es como buscar madurez en algún niño.
Si me preguntan esta vez si te quiero,
Responderé sin reparos ni despecho,
Que te amé, te quise, y te odio,
Porque esta noche me dejaste en sollozos.
(LUIGUI)
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