Uno no sabe lo que la vida le depara, porque si fuera así, toda persona por más tonta que sea, no haría el minimo esfuerzode despertar con los primeros rayos del sol, si no fuera porque el día que espera va ser como uno quiere.
Esta es la fantasía con la que sueña Sebastián, desde quel día, en el cual por casos de la vida sufrió un atroz accidente...
Era un día en el cual, él, por obligación de su cuerpo, tenía que tener un sueño profundo y por ende levantarse tarde de la cama; pero no era así, por el martirio de sus padres, porque si fuera por él no se despertaba hasta que le ardan los ojos.
Como era de costumbre, todos los domingos sus padres se levantaban buscando una víctima, como un par de buítres a un cuerpo en descompocición, con la cual iban a derrochar todo su estrés, de una semana de trabajo; y el elegido de ese día era Sebastián.
Como era de esperar, desde ese momento, Sebastián no quería recibir orden alguna, de absolutamente nadie, ni de su tio Flavio, un loco empedernido pero de mucho dineroque por cualquier insignificante favor, que hasta un niño de cinco años podía hacer, daba muy buenas propinas; no sé cuál era el motivo por el cual Flavio confiaba tanto en Sebastián, sera tal vez porque creía que Sebastián era inteligente, o tal vez porque él se sentia tan estúpido e incapaz de realizar cualquier acción.
Cerca del mediodía, su madre lo invitó a misa, pero él aunque era agnóstico podía ir, como había sucedido antes, solo que rechazó la invitación por simple capricho; y desde este momento, si dios verdaderamente existe y castiga a los que no quieren ir a escuchar sus ilusas palabras; Sebastián fue elegido por obra divina para ser castigado severamente. Ya que el prefirió dirigirse a la planta superior de su casa, que no conocía muy bien ya que era un nuevo lugar de residencia, para conocerla mejor.
Desde su azotea se quedó mirando el cielo, como un niño de escasos recursos mira un dulce que no lo puede conseguir, estuvo de pie, un largo tiempo, sin movimiento alguno; pero al mínimo giro que quiso dar, porque se había percatado de una extraña ave que parecía darle alguna señal..... zazzzz.......
Sebastián observaba todo oscuro, como un túnel sin salida o un inmenso pozo sin fin; pensó por un segundo que su cuerpo se había separado de su alma, o que tal vez el mundo había explotado y él ni cuenta se había dado por estar mirando esa maldita ave. pero se dió cuenta que nada de esto era cierto, cuando se vió en la primera planta de su casa, perplejo y sin movimiento alguno; aunque hubiera sido mejor la idea de que el mundo había explotado para no sentir dolor alguno y que sufran en conjunto........